Comercio
Espíritu
Tequila Ocho Reposado
Tequila Ocho Blanco (Plata)
Whisky Morris Muscat en barril
Whisky de puré agrio de Michter's US 1
Whisky bourbon de la marca estadounidense Michter's
Whisky americano Michter's US 1
Licor De Naranja Curazao Marioneta
Licor de marionetas Nocino
Licor Marionette Groseille
Licor de cassis seco Marionette
Licor de Curazao Azul Marionette
Licor de Curazao Amargo Marionette
Licor de Amaretto Marionette
Licor de brandy de albaricoque Marionette
Los Siete Misterios Tobala Mezcal
Los Siete Misterios Pechuga Mezcal
Espíritu
Los licores, también conocidos como bebidas destiladas o licores fuertes, son un tipo de bebida alcohólica que se elabora mediante un proceso de destilación. Este proceso implica calentar una mezcla fermentada para crear vapor, que luego se recoge y se condensa para producir un alcohol de alta graduación.
Los licores se pueden elaborar a partir de una variedad de ingredientes, incluidos cereales, frutas y caña de azúcar. Algunos de los licores más populares son el whisky, el vodka, el ron, la ginebra y el tequila. Cada tipo de licor tiene su sabor, aroma y proceso de producción únicos.
El whisky, por ejemplo, suele elaborarse a partir de cereales, como maíz, cebada y centeno, y añejarse en barricas de roble. El vodka, por otro lado, se elabora a partir de cereales o patatas y se destila varias veces para crear un sabor limpio y neutro. El ron se elabora a partir de caña de azúcar, mientras que la ginebra se aromatiza con ingredientes botánicos como bayas de enebro y cilantro.
Las bebidas espirituosas suelen disfrutarse solas o con hielo, pero también son un ingrediente popular en los cócteles. Algunos cócteles clásicos elaborados con bebidas espirituosas incluyen el Old Fashioned, el Martini y el Manhattan.
En conclusión, las bebidas espirituosas son una categoría diversa y apreciada de bebidas alcohólicas que ofrecen una amplia gama de sabores y experiencias de bebida. Ya sea que esté saboreando un whisky escocés de pura malta o disfrutando de un vodka con tónica, las bebidas espirituosas tienen algo para todos.
Los licores, también conocidos como bebidas destiladas, han sido parte integral de la cultura humana durante siglos. Estas bebidas alcohólicas se elaboran destilando una mezcla fermentada de granos, frutas o verduras, lo que da como resultado un contenido de alcohol más alto que la cerveza o el vino.
La historia de las bebidas espirituosas se remonta a la antigüedad, con evidencias de su destilación en China desde el año 800 a. C. Los griegos y los romanos también tenían sus propios métodos de destilación y la utilizaban principalmente con fines medicinales.
Durante la Edad Media, las técnicas de destilación se desarrollaron aún más en Europa y los licores pasaron a ser una parte importante de la vida cotidiana. Los monjes, en particular, eran conocidos por su habilidad para producir licores y muchos de los licores europeos clásicos, como el brandy y la ginebra, tienen orígenes monásticos.
En el siglo XVI se produjo un aumento significativo de la producción y el consumo de bebidas espirituosas, con el auge de la cultura de las tabernas en Europa. Esto generó preocupación por la embriaguez en público y, en 1609, el rey Jaime I de Inglaterra intentó regular la producción de bebidas espirituosas otorgando un monopolio a la Worshipful Company of Distillers.
Los siglos XVIII y XIX fueron una época dorada para las bebidas espirituosas, con el auge del colonialismo y la expansión del comercio internacional que condujo a la difusión mundial de las bebidas espirituosas. En este período surgieron bebidas espirituosas emblemáticas como el whisky, el ron y el tequila, que siguen siendo populares hasta el día de hoy.
En la actualidad, millones de personas en todo el mundo disfrutan de las bebidas espirituosas y constantemente se desarrollan nuevas técnicas de destilación y sabores. A pesar de la controversia ocasional sobre el consumo excesivo de alcohol, las bebidas espirituosas siguen siendo una parte importante de la cultura humana y no muestran signos de desaparecer en el futuro cercano.
- Elige tu bebida: Existen distintos tipos de bebidas espirituosas, como whisky, ron, ginebra, vodka, tequila y más. Selecciona la que prefieras o quieras probar.
- Vierte la cantidad justa: Dependiendo del vaso que uses, vierte una o dos onzas de bebida. Es importante medirla correctamente para evitar el consumo excesivo o el desperdicio.
- Considere agregar hielo o agua: algunas bebidas espirituosas, como el whisky, se pueden disfrutar con uno o dos cubitos de hielo o un chorrito de agua. Esto ayuda a resaltar los sabores y aromas de la bebida.
- Tómate un momento para olerlo: antes de probar el licor, tómate un momento para olerlo. Haz girar el vaso suavemente para liberar el aroma y huélelo profundamente. Esto puede darte una idea de qué esperar en términos de sabor.
- Bebe un pequeño sorbo: toma un pequeño sorbo del licor y déjalo reposar en la boca durante unos segundos. Esto permite que tus papilas gustativas perciban los diferentes sabores, como el dulce, el amargo o el picante.
- Agregue ingredientes para mezclar o guarniciones si lo desea: si prefiere sus bebidas espirituosas con ingredientes para mezclar o guarniciones, como lima o menta, agréguelas ahora. Tenga cuidado con la cantidad, ya que demasiada puede opacar el sabor de la bebida.
- Bebe y saborea: disfruta de tu bebida bebiendo pequeños sorbos y saboreando los sabores. Recuerda beber de manera responsable y con moderación.